El panorama que ofrecía la economía cubana al iniciarse la segunda mitad del siglo XIX
El panorama que ofrecía la economía cubana al iniciarse la segunda mitad del siglo XIX era muy heterogéneo[1]
En la región occidental predominaba una economía de plantaciones azucareras, basada en la utilización de mano de obra esclava y dependiente del mercado mundial capitalista.
En las provincias del centro, Camagüey y Las Villas, la producción azucarera se hacía en pequeños ingenios o trapiches, y se mezclaba con la sitiería y la producción de tabaco en Las Villas, y con el predominio de las haciendas ganaderas en Camagüey. Oriente tenía una gran diversidad ¬regional, desde el punto de vista económico. De las ocho jurisdicciones que existían en la época, Jiguaní, Bayamo, Manzanillo, Tunas y Holguín, con sus particularidades respectivas, tenían una economía que incluía la producción azucarera, la sitiería, el ganado, el tabaco, actividades que, en general, se caracterizaban por una bajísima utilización de la mano de obra esclava. Santiago de Cuba y Guantánamo eran las regiones de mayor desarrollo económico, que incluía la mayor industrialización del azúcar y la producción de café y tabaco, y polarizaba su población en riquísimos propietarios y grandes masas de esclavos.
Paralelo a esta situación, es necesario que conozcas que para 1857 y 1866 se desarrollaron crisis económicas que influyeron en los precios del azúcar, principal producto de exportación de Cuba
La heterogeneidad de la Isla, permite comprender que las crisis económicas de 1857 y 1866 no afectaron a todas las regiones del país con igual intensidad.
En Occidente, donde se concentraban los hacendados más ricos, a pesar de ser afectados por la crisis, pudieron resistir y mantener sus propiedades en producción.
Especialmente fueron afectados los hacendados de Oriente y Camagüey, propietarios en su mayoría de pequeños ingenios; algunos de ellos, al no poder pagar las deudas contraídas para modernizar sus fábricas, perdieron incluso sus tierras, las que pasaron a manos españolas.
La política cruel de la colonia se manifestó, también, en un aumento de los impuestos, situación que resultó asfixiante para los menos acaudalados. Lo antes expuesto, nos demuestra que ya hacia 1868 las contradicciones colonia-metrópoli, desde el punto de vista económico, se habían agudizado con particular fuerza en la región oriental.
Opresión política y situación social.
Este funcionario, como parte de las medidas tomadas por el gobierno español a partir de las reformas recogidas en la Junta de Información, redobló la persecución de los cubanos, quienes no podían reunirse sin la autorización y presencia de funcionarios españoles, restauró las sangrientas comisiones militares y vigorizó el cuerpo armado de voluntarios españoles; por otra parte, dio a conocer que cualquier acción de protesta sería ahogada en sangre. La ausencia de derechos y de las más elementales libertades democráticas de los cubanos, llegaba a su clímax
Otro factor que agudizaba la contradicción colonia-metrópoli era que los cubanos no tenían derecho a ocupar cargos políticos de importancia y estaban a expensas de los abusos que cometían las autoridades coloniales.
La masa esclava, que en 1868 alcanzaba la cantidad de 360 000, ocupaba el escalón más bajo en la escala social y carecía de todos los derechos.
Estos elementos te servirán para comprender que, la situación heterogénea existente en la Isla constituirá una causa fundamental para el comienzo del estallido revolucionario en el oriente del país.