Calentamiento o calor
Los fenómenos relacionados con el calor han interesado a la humanidad desde tiempos muy remotos. Basta pensar en la repercusión que tuvo para el desarrollo de la humanidad el control y manejo del fuego en los hombres primitivos, lo utilizaban para cocinar los alimentos, para fundir los metales y construir instrumentos; posteriormente se utilizó el fuego para realizar trabajo con ayuda de las máquinas de vapor y las turbinas de vapor. Pero no fue hasta el siglo XVII cuando se produjeron notables avances científicos en este campo, gracias a la invención de instrumentos de medidas, como el termómetro, y la introducción de magnitudes que permitieron un estudio más sistemático y cuantitativo de los fenómenos térmicos.
El calentamiento conduce, en general, a un aumento de la energía interna de los cuerpos. Es un modo de variar este tipo de energía en los cuerpos, sin aplicar fuerzas sobre ellos.
La energía interna de un cuerpo no depende ni del movimiento de este, ni de su posición con relación a otros cuerpos. Este tipo de energía está relacionada con la energía del movimiento y de interacción de las partículas que constituyen al cuerpo. La energía interna de un cuerpo no es constante: en un mismo cuerpo ella puede variar.
El movimiento desordenado e irregular de las partículas que componen a los cuerpos recibe el nombre de movimiento térmico. Los fenómenos térmicos son una manifestación del constante movimiento de las partículas. Mientras mayor es la temperatura de un cuerpo mayor es la velocidad de las partículas que lo componen.

Cuando ponemos en contacto dos cuerpos que tienen diferentes temperaturas, la temperatura de uno disminuye – lo cual significa que sus partículas se mueven más lentamente que antes- y la del otro aumenta, lo que indica que sus partículas se mueven más rápidamente que antes. Por tal motivo podemos suponer que lo que se transmite durante el calentamiento, es el movimiento de las partículas.
De lo anterior podemos concluir que: la energía interna varía al cambiar la velocidad de las partículas que constituyen a los cuerpos.