El antecedente de la cámara fotográfica es la cámara oscura. Esta consiste en una caja con con un pequeño orificio en una de sus caras, a través del cual penetra la luz procedente del exterior, proyectando la imagen de los objetos sobre la cara opuesta. La imagen (B) de la punta de la llama de la vela objeto se forma en el punto (B) debido a que los rayos de luz se propagan en línea recta. Si el orificio se hace más grande, aumenta la cantidad de luz que penetra en la cámara pero la imagen se hace borrosa. Si en lugar del orificio se coloca una lente convergente, entonces la imagen que se forma es mucho más nítida.

Uno de los componentes fundamentales de las cámaras fotográficas son las lentes.

Las imágenes obtenidas con la cámara por lo general se caracterizan por ser de menor tamaño que el objeto y tienen que poder recogerse en una pantalla. Teniendo en cuenta esas características la lente utilizada debe ser convergente y el objeto a fotografiar debe estar ubicado después del doble de la distancia focal de la lente. Las cámaras modernas permiten variar la distancia focal con el fin de obtener la imagen con las características deseadas.