Defectos comunes de vista
Miopía. Se debe a una deformación por alargamiento del globo ocular. El ojo miope enfoca correctamente en la retina los objetos cercanos. Sin embargo, el punto focal correspondiente a la visión lejana se forma delante de la retina. La consecuencia es una visión borrosa de los objetos alejados. Se corrige con el uso de lentes divergentes.
Hipermetropía. Es la alteración opuesta a la miopía. El segundo punto focal del ojo se encuentra detrás de la retina. El ojo hipermétrope ve bien de lejos (debe acomodarse) pero mal de cerca. Se corrige con el uso de lentes convergentes.
Astigmatismo. Se debe a irregularidades en la curvatura de la cornea, de tal manera que de un objeto se pueden obtener imágenes parciales situadas en planos diferentes. Se pone de manifiesto porque dificulta la visión clara y simultánea de dos rectas perpendiculares, de los radios de una bicicleta. Se corrige con lentes cilíndricas (se obtienen cortando un cilindro por un plano paralelo al eje).
Aumento de la distancia del punto próximo de una persona con presbicia y su corrección con una lente convergente.
Vista cansada o prebiscia. Es la reducción de la capacidad de acomodación debida a la fatiga de los músculos ciliares o a la perdida de flexibilidad del Cristalino. El punto remoto no varía pero el punto próximo se aleja. Estas personas ven bien excepto cuando miran de cerca. Suele aparecer a los 40-50 años. Esta falta de convergencia del ojo se corrige con lentes convergentes. En el mercado hay varias alternativas: lentes de vista próxima, de reducido tamaño, que permiten mirar a lo lejos por encima de ellas y por ellas para objetos próximos, por ejemplo para leer. Gafas bifocales o cristales progresivos que pueden considerarse como un conjunto de diversas lentes de diferente potencia, la cual varía gradualmente según la corrección que se precise y de si la visión es cercana o lejana.
Cataratas. Consiste en la perdida de transparencia del cristalino, lo que dificulta gravemente la visión. Suele aparecer con la edad. La padecen el 50% de las personas entre 65 y 75 años y más del 70% de los mayores de 75 años. Suele afectar a los dos ojos pero no a la vez. No hay posibilidad de corrección de las cataratas, salvo la cirugía (se sustituye el cristalino por otro sintético) la cual ha avanzado notablemente en los últimos tiempos de forma que la intervención se realiza sin ingreso hospitalario (o muy reducido). A veces se aprovecha la sustitución del cristalino para, a la vez que eliminan el problema de las cataratas solucionar otros defectos referidos al cristalino, como la miopía.
Daltonismo. Es un defecto de la vista que impide distinguir ciertos colores; generalmente quienes lo padecen confunden el rojo y el verde. Está asociado a deficiencias o ausencias de conos en la retina.
Lo presentan el 8% de los hombres y el 0,4% de las mujeres. Casi siempre es hereditario y va ligado al sexo. El gen portador de ese carácter se encuentra en el cromosoma X; en el hombre (XY) el daltonismo se manifestará si el cromosoma X contiene el gen anormal; en la mujer si los dos cromosomas X lo contienen. No obstante, las mujeres que son hijas de un hombre daltónico transmitirán el defecto a la mitad de sus hijos, es decir, el defecto salta generaciones y se puede presentar en los hombres de cada segunda generación.