Propagación rectilínea
La idea de la propagación rectilínea de la luz constituye una de las más antiguas formuladas en la Óptica. Aunque se atribuye a Euclides (300 a.n.e.), probablemente era conocida y utilizada mucho antes. Ella permite explicar numerosos hechos, como la formación de sombras, los eclipses, la formación de imágenes en una “cámara oscura” (antecesora de la cámara fotográfica) y otros. De ella nació el habitual procedimiento de comprobar la rectitud de los objetos alineándolos con nuestro ojo.