La aguja magnética

Un ejemplo de imán artificial es la aguja magnética. Si situamos la aguja magnética lejos de otros imanes, cuerpos de hierro y conductores por lo que circula corriente eléctrica, se observa que siempre se orienta aproximadamente en la dirección norte –sur de los polos geográficos de la Tierra. Si una vez que la aguja está orientada la giramos 180º haciendo que el extremo que estaba dirigido hacia el polo Norte se coloque hacia el polo Sur y viceversa, observamos, al soltarla, que la aguja gira hasta situarse como se encontraba inicialmente. Este sencillo experimento pone de manifiesto que los dos extremos de la aguja magnética no tienen exactamente las mismas propiedades, pues no se puede cambiar uno por el otro. Debido a esto se nombra polo norte magnético, o simplemente polo norte, al extremo de la aguja magnética que se orienta hacia el polo Norte geográfico de la Tierra y, polo sur, al extremo que se orienta hacia el polo Sur geográfico de la Tierra.

Por las características que posee la aguja magnética de orientarse con respecto a los polos de la Tierra, esta constituye la parte fundamental de las brújulas, las que son muy utilizadas para la orientación, por ejemplo, en la navegación.