Presión atmosférica

Presión atmosférica

La vida en la Tierra se debe básicamente a la existencia de la envoltura gaseosa denominada atmósfera. Ésta permite los procesos metabólicos y el intercambio de calor, al mantener atrapado el aire que respiramos y las radiaciones que recibe la superficie de la Tierra, además de soportar la presión de todas las capas justo encima de ella. La acción que ejerce el aire sobre los cuerpos se denomina presión atmosférica.

Presión atmosférica

Nuestro planeta está rodeado por una porción de aire[1], la atmósfera[2], que tiene decenas de kilómetros de espesor. Por consiguiente, todos los cuerpos en la superficie de la Tierra, incluidos nosotros mismos, nos encontramos sumergidos a gran profundidad en esta atmósfera. Por eso es de esperar que, de modo similar a lo que ocurre con los líquidos, dicho aire ejerza determinada presión sobre los cuerpos.

Existen evidencia de la existencia de la presión atmosférica. El siguiente experimento lo demuestra.

La primera comprobación de una presión asociada al aire fue mediante el experimento de Torricelli. El valor que él determinó para 1 atmósfera de presión fue el equivalente a una altura de 760 mm en una columna de mercurio. La presión atmosférica medida a 0 ºC es equivalente a 101 300 Pa, que es la unidad en el Sistema Internacional.

La presión que ejerce el aire sobre los cuerpos se denomina presión atmosférica.

La presión atmosférica disminuye con la altura.