La utilización del campo eléctrico para la cura de enfermedades se remonta a varios siglos atrás. Las primeras manifestaciones de “electricidad animal” conocidas por el hombre fueron las descargas de los peces eléctricos. El siluro eléctrico se representaba ya en los sepulcros del Antiguo Egipto y Galeno (130 –200 D.N.E.) que ejercía su práctica de médico en las luchas de gladiadores en la Antigua Roma recomendaba “electroterapia” con la ayuda de estos peces.

Una receta del médico del emperador romano Claudio en el siglo I de nuestra era decía textualmente: “El dolor de cabeza, incluso si es crónico e insoportable, desaparece si el pez torpedo negro vivo se coloca sobre el punto hasta que el dolor cese”.

Benjamín Franklin uno de los fundadores de la teoría de la electricidad, fue un adepto ferviente de aplicación de la curación eléctrica. Por este motivo, en la medicina, hasta la fecha la utilización de la electricidad estática lleva el nombre de franklinización.

Hoy es conocido el tratamiento de electropuntura para curar distintos padecimientos. En ortopedia, cuando el método de fijación falla para resolver problemas de fractura ósea, se acude a la aplicación de un campo eléctrico en la parte afectada, lo que estimula el crecimiento de este tejido. En este caso se aprovechan las propiedades piezoeléctricas de los huesos.

Para “soldar células”. Basta con dos o tres microimpulsos eléctricos para lograr la fundición de dos células orgánicas (de origen animal o microbiano) y dar lugar a una célula híbrida que conserva su capacidad para dividirse.

Los impulsos eléctricos no alteran el aparato genético. Con esto pueden crearse organismos unicelulares como proteínas, aminoácidos u otros productos de la síntesis microbiológica, capaces de producir compuestos orgánicos, para aplicarlos en tratamientos contra enfermedades.

Otro uso importante del campo eléctrico es que mediante él se regeneran los filtros utilizados para la obtención del agua especialmente pura, sin sales, partículas coloidales y microorganismos. Esta se utiliza en medios técnicos microelectrónicos, así como para fabricar diversos productos químicos.