Nota histórica
Un papel importante en el establecimiento cuantitativo de la fuerza eléctrica, lo jugó el maestro inglés Joseph Pristley (1733-1804). Él tuvo contacto con Franklin cuando este visitó Inglaterra y le sugirió experimentos acerca de la fuerza eléctrica en el interior de un conductor aislado. Él obtuvo que la fuerza eléctrica era cero. Estableció entonces una analogía con un resultado obtenido por Newton en sus “Principios” para la gravedad. Este era, que si una fuerza era dependiente inversamente del cuadrado de la distancia, no ejercía fuerza sobre un cuerpo en el interior. El hecho de que en el caso de la electricidad esto era válido para cualquier forma del cuerpo, hizo pensar en esta posibilidad. También Henry Cavendish (1731-1810) hizo experimentos en este sentido, pero con esferas conductoras, llegando a la misma conclusión que Prystley. Hacía falta un experimento directo y uno indirecto que comprobara esto y lo hizo en 1785 el francés Charles Agustín de Coulomb (1730-1806). Él construyó una balanza de torsión y midió la fuerza para diferentes distancias y cargas iguales y para distancias iguales y diferentes cargas eléctricas (en aquel momento las llamó masas eléctricas).