Predicción de un nuevo planeta

En el siglo XIX se conocían solamente 7 planetas. De ellos, seis se comportaban de acuerdo a la teoría pero el séptimo, Urano, no seguía órbita prevista, a pesar de tener en cuenta las perturbaciones de los restantes planetas. Dos astrónomos, Adams y Leverrier llegaron de forma independiente a la conclusión de que debería existir otro planeta, no conocido hasta ese momento, lo suficientemente próximo a Urano que influyera en su movimiento.

El 23 de septiembre de 1846, el astrónomo Galle encontró el planeta en el punto exacto donde Leverrier había indicado. Este nuevo planeta se denominó Neptuno.