Las funciones y sus propiedades tienen sus referencias más antiguas, en algunos escritos de los astrónomos de Babilonia que reflejaban en tablas las regularidades de los fenómenos naturales como los movimientos lunares y planetarios.

Buscar una explicación a la periodicidad de algunos procesos fue desvelo de hombres como Galileo, que en 1630, estudió el movimiento desde un punto de vista cuantitativo, justificándolo experimentalmente y estableciendo a partir de ello, leyes y relaciones entre magnitudes.También Leibniz en 1673  usó por vez primera la palabra función.

Años después Dirichlet^[1] a comienzos del siglo XIX formula la función como una relación entre dos variables, definición que usamos en la actualidad mientras que a Euler se le adjudica su definición y=f (x).

Cauhy y Gauss también consideraban que casi todos los procesos podían ser estudiados a través de las propiedades de las funciones presentes en procesos sociales, demográficos, económicos, físicos, químicos y naturales.

Claro, lo más interesante es determinar qué función que corresponde a cada proceso concreto.